Mérida, Yucatán a 27 mayo 2011,
Hola! Soy Mario Alberto Moo Parra. Mi desarrollo profesional fue muy accidentado y variado, por no decirlo de otra manera. Con esto me refiero a que desde pequeño quería ser guía de turistas; así que desde la primaria hasta la secundaria –y una pequeña parte de la preparatoria- me dedique a estudiar ingles y francés. Sin embargo mis sueños se fueron esfumando a raíz que no pude terminar la preparatoria por la inmadurez que en ese tiempo tenia y por otras razones familiares.
No pude concluir mi preparatoria y me dedique a estudiar en IMSS dos carreras técnicas al mismo tiempo: “Alimentos y bebidas” y “Hotelería”. Al concluir estas especialidades me dedique a trabajar en la zona hotelera de Cancún cuando apenas tenía 19 años. Allá estuve 3 años de mi vida, estaba contento porque realizaba lo que había soñado pero cuando uno está allá, solo, las malas compañías te conducen a realizar ciertas cosas que no son correctas y que a futuro no te conducen a ningún lugar ni a nada bueno.
Creí que era conveniente pararle un poco a la vida tan rápida que tenia y que era necesario regresar al hogar y lugar donde naciste y creciste para reflexionar y pensar que hacer con tu vida.
Ya aquí en mi Mérida querida (Ciudad blanca como se le conoce) un primo y unos amigos me motivaron a seguir estudiando y nos inscribimos en CETIS 112 para estudiar Informática, porque en ese tiempo era la carrera del momento, y la especialidad físico-matemático. En esta escuela aprendí a amar a las matemáticas por lo que me decidí a estudiar de lleno ingeniería en sistemas computacionales.
Cuando estaba a un mes de terminar la preparatoria en el lugar donde estaba realizando mi servicio social trabajaba un amigo que me invito a trabajar en el COBAY porque había una vacante en el centro de cómputo y nuestro jefe en la oficina donde estábamos había sido nombrado Director del plantel.
Aquí es donde me incorporo a la educación ya que no solo soy el responsable del centro de cómputo sino que también tenía que dar clases o prácticas a los estudiantes lo que me produjo un sentimiento de temor y respeto al mismo tiempo a este trabajo. Así que, tuve poner a practicar y practicar cada una de mis clases, ensayar en el espejo para verme y sentir más seguridad en mí.
Al cabo de un año y medio faltó un profesor de historia y me comisionaron para lo supliera porque el semestre estaba próximo a terminar, faltaba dos meses. Pregunte por qué razón me escogían a mí y me contestaron que había dos razones: la primera, que por el tiempo que faltaba para que termine el ciclo escolar no era necesario solicitar otro maestro, además que ayudaríamos un compañero y segundo, porque me habían visto que leía mucho (siempre me ha encantado leer el periódico y libros ) por lo que algo debía saber –y no se equivocaban jajaja- así me aventure en otra faceta de la docencia.
Me sentía como pez en el agua, no me sentía presionado ni temeroso quizás porque ya daba algunas clases de informática pero sobretodo porque me gustaba la historia. Esta fue la etapa de mi vida donde me decidí ingresar a la facultad de ciencias antropológicas de
Desde entonces empecé a combinar el trabajo de investigación con la docencia hasta que en el 2002 me dedico al 100% a la enseñanza de diversas materias del tronco histórico social.
Mi desarrollo como profesor ha sido un proceso lento pero muy gratificante porque cada año aprendo cosas nuevas que sirven para mejorar cada día. Ahora veo que esta profesión me ha dado muchas satisfacciones como el ser parte de la formación de profesionistas que algunos ya son colegas dentro el área de la educación.
Hasta el día de hoy gozo de las amistades de los jóvenes a quienes hace más de 16 años les di clases y me siento contento encontrarlos nuevamente en este camino ya realizados como profesionistas y algunos hasta con familia.
Es gratificante que ellos te puedan expresar “gracias maestro” esto no lo cambio por nada de la vida
Ser docente a nivel media superior es una experiencia única e incambiable porque es aquí donde el alumno es como una esponja que absorbe los conocimientos que se le imparte y los valores y hábitos que nosotros podamos transmitirles que lo llevara a adquirir una madurez en sus estudios.
Me siento satisfecho por el hecho de poder convivir con los jóvenes, escuchar como piensan y como tratan de buscar soluciones a sus diversas adversidades en la cual me toman en cuenta para salir adelante a lo que tiene enfrente, el poder sentir esa reprocidad de respeto y cariño al mutuo esfuerzo que hacemos por cubrir las metas que se no piden en su proceso de enseñanza-aprendizaje.
Por otro lado siento que me falta mucho por aprender debido al poco conocimiento pedagógico que tengo producto de algunos talleres y por la propia experiencia de ser maestro.
Gracias doy a la institución donde laboro que me ha permitido desarrollarme como profesor y como ser humano. Tengo el compromiso de ser mejor cada día para mis alumnos reflejen este cambio y crecimiento que hay en mi. Es por ellos y por mi que tomo este curso en línea.
Hasta pronto.
Antrop. Mario Alberto Moo Parra
Las aves cuando ven la tormenta acercarse se esconden pero las águilas levantan el vuelo
